A 47 años del cruento golpe militar que derrocó al gobierno democrático encabezado por el Presidente Salvador Allende, recrudece en Chile la represión generalizada y sistemática que el actual gobierno desató en contra su pueblo desde octubre de 2019.

Las justas demandas del pueblo chileno siguen siendo reprimidas con violencia extrema, así como las manifestaciones pacíficas en memoria del Presidente Allende y en repudio a la dictadura cívico militar que asoló a Chile durante décadas. Una vez más están en las calles las tropas de carabineros con los camiones hidrantes lanzando agua con químicos irritantes, haciendo explotar bombas de gases lacrimógenos y disparando el mismo tipo de perdigones con los que le han mutilado los ojos a decenas de manifestantes.

La brutal represión se ha concentrado en la Plaza de la Dignidad y se ha extendido hasta el Cementerio General donde grupos ciudadanos realizaban actos conmemorativos frente a la tumba de Allende y el Memorial por los centenares de detenidos desaparecidos.

La política represiva del gobierno que encabeza Sebastián Piñera se ha mantenido sin pausa en medio de la pandemia que ha golpeado en forma extrema a los sectores más vulnerables del pueblo chileno. En lugar de políticas y medidas de apoyo social y de fortalecimiento del muy debilitado sistema de salud pública, el régimen ha invertido en el mayor equipamiento del ejército y del cuerpo de carabineros. Todo ello al amparo de decretos de estados de excepción que limitan o anulan las libertades individuales y los derechos civiles de la población.

En ese marco también se han profundizado las violaciones a los Derechos Humanos de las numerosas comunidades del pueblo Mapuche que vienen ocurriendo desde hace años: golpizas, encarcelamientos, secuestros, violaciones, vejaciones y torturas como represalia a las justas demandas de estos pueblos originarios.

De manera reiterada hemos recogido información sobre diferentes ataques y actos de vandalismo en contra de Memoriales y Sitios de Conciencia que dignifican la memoria de las víctimas y denuncian los horrores del terrorismo de Estado.

Las graves actuaciones represivas en contra de la protesta pública evidencian la repetición de procedimientos mantenidos por los diferentes gobiernos post dictatoriales, a pesar de las denuncias que reiteradamente se presentaron a lo largo de las últimas décadas.

Con indignación constatamos que, en medio de esos actos de violencia institucional, el gobierno de Chile anunció una nueva prórroga del estado de excepción hasta mediados del mes de diciembre de 2020. De esa manera el país continuará militarizado, con toque de queda para las horas nocturnas y la permanente restricción de los derechos de reunión y locomoción. Resulta completamente inadmisible que en estas condiciones se lleve a cabo el Plebiscito Constitucional previsto para el próximo 25 de octubre.

Con el mismo compromiso solidario que hemos mantenido en respaldo de las justas demandas del pueblo chileno, denunciamos esta nueva oleada de represión y hacemos un llamado enérgico al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que, actuando en cumplimiento de sus responsabilidades, documenten las graves violaciones a los derechos fundamentales que se siguen cometiendo en Chile, exijan el cese inmediato de esos crímenes y la deducción de responsabilidades de conformidad con lo que establecen los tratados internacionales en materia de derechos humanos.

Por la memoria y la dignidad de las víctimas de ayer y de hoy, no podemos tolerar con pasividad que se sigan repitiendo políticas y acciones que violentan los derechos ciudadanos más elementales e impiden el desarrollo de la democracia y la paz en nuestra región. Rosario, Argentina 11 de septiembre de 2020

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