Amigos, Amigas, Compañeros;

Imagino que a alguna hora de este viernes, cada uno se fue enterando de que Laura había fallecido. También me imagino a la distancia, sus caras tristes, que deben estar mezclando pena con el orgullo de haber conocido a esta persona tan especial, distinta, con tanta fuerza y coraje, y además, tan distante de cualquier tipo de bienestar material.
Debe haber harta gente, tantos la conocían, la querían y respetaban… los amigos del Colectivo 119, de Villa Grimaldi, de Londres, del Colegio Médico, los que le dan vida hoy a nuestra Casa Memoria y tantos más…

Esfuerzo, Compromiso, Consecuencia, Justicia, Responsabilidad, Lealtad, Progresismo, son sustantivos que se hicieron verbo en el día a día de la Laura. Es difícil para los grupos humanos enfrentar la pérdida de alguien así, de alguien del “elenco estable”, de los que siempre están. Es doloroso para cada uno de nosotros en intimidad pero también para el cuerpo que tratamos de formar todos juntos.

Me gustaría estar más cerca de ese cuerpo ahora. Quizás, acarreando sillas, moviendo gente, preocupado de los saludos que nos llegan, o sencillamente fumando un cigarro con ustedes allí, en la vereda de José Domingo Cañas 1367 o en el banco de cemento de su Mausoleo en el Cementerio General, se me nublarían menos los ojos y podría llevar mejor este momento.
Cada uno de ustedes debe tener un montón de recuerdos en la cabeza. Por lo menos, yo tengo de todos a su lado y en distintas situaciones. Me gustaría poder pararme otra vez en cada una de ellas para volverlas a disfrutar.

Las velas de los miércoles la extrañarán tanto como nosotros. Me imagino que cuesta prometer que allí estaremos para encenderlas como la Laura, aunque ganas nos den de hacerlo. Así también me dan ganas de prometer que estaremos allí para ser justos y perseverantes en cada actividad, cada reunión de Directorio o lo que sea, pero me da pudor hacerlo, porque si algo aprendí de esa mujer, es que ni una promesa vale más que lo que se hace de verdad.
Nos vemos pronto, un abrazo grande,

Cristián Solano.