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                                                                                                                                                                    Santiago 27 de octubre, 2013

Querida familia de Laura Moya, queridas y queridos compañeros.  

        

La historia reciente de nuestro país, la violencia política de la dictadura ha sido sometida al olvido, para acceder a los hechos se ha necesitado abordar la Memoria como una batalla. Laura Moya ha sido una combatiente por la Verdad y la Justicia, siempre en la primera línea, a la vanguardia.

 Su familia vivió una de las represiones más feroces: asesinatos, desaparición, exilio, persecución y cárcel, la represión que vivió nuestro pueblo y en particular los militantes y resistentes.

 ¿Cuántas veces Laura no estuvo cuando una de sus hijas, o su hijo llegaba a casa? Cuántas veces sus hijas y su hijo se preguntaron si mamá estaba en peligro?

 Laura en las calles, Laura en las marchas, Laura atendiendo compañeras y compañeros, Laura denunciando, Laura investigando:

·        Publica en conjunto con otras valerosas colegas: Médicos en la Dictadura.

·        En las poblaciones de Santiago, con los vecinos de José Domingo Cañas y ahora nos deja su libro por Lumi, su sobrina.

 Laura en la recuperación del sitio, parando las maquinarias que derribaban la casa, emplazando al empresario que consumó el arrasamiento del lugar que había sido uno de los soportes de la violencia política, el sitio en que asesinaron a Lumi.

 Laura fue una de las fundadoras del departamento de DDHH del Colegio Médico en plena dictadura. También contribuyó a la recolección de información que fue relevante para la Condena del dictador cuando fue detenido en Londres y en diferentes procesos en Chile.

 Como Consejo Consultivo, nuestro recuerdo se remonta a la recuperación de la Casa, su energía nos movilizó, y por sobre todo: su tenacidad, nos convenció que era posible. Cuando todo había que negociar, dejar hacer para que hubiera “estabilidad”, esa estabilidad que sólo favorecía la impunidad, Laura no retrocedió.

 A partir de esa lucha que se dio en ese pasado, hoy está la Casa Memoria José Domingo Cañas, se desarrolla el trabajo de Observadores de DDHH, en la calle, como Laura estuvo. Hacemos educación a jóvenes, promocionamos una cultura por la vida, por el compromiso. Pero por sobre todo, estamos en esta casa, porque hay un pasado que no permitiremos que se borre y porque hay un futuro por construir, donde el ejemplo de compañeras como Laura, son una guía que alumbra este camino.

 Querida Luciérnaga, seguiremos encendiendo velas, encendiendo la memoria.

 Hasta la Victoria Siempre!.

Consejo Consultivo de Casa Memoria José Domingo Cañas.

In memoriam de Laurita

                                                    Laura Moya Díaz, Fundadora de Casa Memoria José Domingo Cañas.