La semana pasada, precisamente, el 03 de agosto, la asociación Organizando Trans Diversidades (OTD Chile) publicó una declaración en apoyo a la consejera del Instituto Nacional de Derechos Humanos, INDH, Constanza Valdés, electa como representante de la sociedad civil para integrar el organismo a principios del año en curso. En el documento, que cuenta con más de 100 firmas hasta ahora, se impugnan las presiones que ha recibido Valdés por parte de diputados del ala conservadora de derecha (Partido de la Gente (PDG) y Evópoli) quienes han empezado una campaña en su contra, con objeto de removerla del cargo, producto de declaraciones que esgrimió en los años 2020 y 2021 a través de sus redes sociales respecto de responsabilidades políticas durante la revuelta social, la crisis pandémica y la ausencia de reparación en materia de violaciones a los DD.HH.    

En la declaración pública se condena “la nueva y cobarde ofensiva” de políticos conservadores y se establece lo siguiente:   

“Nos preocupa profundamente el especial énfasis que han tenido estos grupos políticos en contra de la consejera Constanza Valdés, en que los argumentos esgrimidos dicen relación con dichos que la ahora consejera realizó en el contexto de las constantes violaciones a los Derechos Humanos ocurridos durante el estallido social, donde ella aún no formaba parte del INDH, y de lo cual no se configura ninguna causa legal que amerite su destitución de dicha institución. Esta persecución política además está perpetrada exclusivamente contra la consejera Valdés, en un contexto donde no ha sido la única persona que forma parte del INDH que ha formulado declaraciones relativas al contexto social y político de violaciones de Derechos Humanos, y por tanto vemos cómo una vez más, se persigue a representantes de las disidencias sexogenéricas por parte de grupos políticos anti derechos, esto teniendo como referencia los recientes oficios de diputados republicanos que buscaban recabar información respecto de universidades que imparten cátedras con perspectiva de género, centros de salud que atienden a personas trans, e información respecto la Asociación OTD Chile, la misma que presentó la candidatura de la actual consejera Valdés”. 

Hasta ahora el documento- que sigue circulando en redes sociales para recabar apoyo- ha sido firmado por personas naturales y organizaciones de la sociedad civil como ABOFEM, Asociación de Abogadas Feministas de Chile, Agrupación de Ex Presos Políticos de la IX region «Enrique Perez Rubilar», Agrupación de Usuarios y Pacientes PRAIS DDHH, ANDEDH, Asociación Nacional de Funcionaries, Defensoras y Defensores de DDHH del INDH, CERES: Género y Subjetividades Trans, Comisión de Derechos Humanos del Colegio de Psicólogas y Psicólogos  de Chile, Comisión Ética contra la Tortura, Observatorio de DDHH y Violencia Policial, Observatorio de Violencia Institucional en Chile-OVIC, entre otras, además de la Comisión Observadoras/es de DDHH Casa Memoria José Domingo Cañas y Fundación 1367- Casa Memoria José Domingo Cañas. 

 

Constanza Valdés visitó Casa Memoria 

Cabe señalar que Constanza Valdés realizó una visita a Casa Memoria José Domingo Cañas a principios del mes de julio, con el propósito de conocer el espacio y sostener un diálogo con los miembros del Directorio e integrantes del Equipo. Participaron de esa reunión, el presidente de la Fundación 1367- Casa Memoria José Domingo Cañas, Luciano García, además de la integrante del directorio y coordinadora general de Casa Memoria, Marta Cisterna y la socióloga Antonia Duque y el comunicador social, Simón Torres, ambxs miembrxs del Equipo Casa Memoria.   

Durante el encuentro, la Consejera Valdés fue invitada a recorrer las inmediaciones del sitio de memorias en diálogo con los directores, donde se le fueron contando las diversas historias que cruzan este lugar,  transformándolo en la actualidad en uno de los vestigios más directos de la represión y violencia política ejercida en el pasado reciente. Posterior a la visita dialogada, se produjo una conversación que implicó dar a conocer las acciones del sitio, en términos de sus actuales líneas de trabajo, las cuales tienen relación con la denuncia y sistematización de la violación a los derechos humanos en el presente, a través de la activación permanente de una red de voluntarios/as que se desenvuelve en las Comisiones de Educación y Observadores/as de Derechos Humanos.   

“Yo no conocía el sitio de memoria, pero conozco el trabajo de la Fundación 1367- Casa Memoria José Domingo Cañas desde el año 2015. De hecho, nos encontramos en algún momento, cuando vino el experto en materias de prevención de la tortura, me tocó ir por OTD en ese tiempo, cuando tenía 24 años” sostuvo Valdés, quien fue enfática en señalar la necesidad de establecer un trabajo más agudo y certero en términos del diseño y ejecución de políticas de memoria en el país:  

“Me parece súper lamentable que en nuestro país no tengamos políticas de verdad, de memoria, en general. Todavía no hay glosas presupuestarias creadas para las políticas de memoria y el INDH ha intentado levantar esto, pero no es algo que se discuta tanto. De hecho, este año si no me equivoco, en el informe anual hay un capítulo sobre desaparición forzada, pero más orientado a justicia transicional. Pero, en verdad, los temas de memorias, últimamente, no han estado muy en la palestra. Por parte de la agenda política tampoco sé si hay algún interés como parte de la agenda de DD. HH, ahí hay una falencia bien grave y tiene que ver con la legislación, claro. Es súper necesario una ley en materias de sitios de memoria, de hecho, cuando fui candidata a diputada, puse en mi programa “ley de sitios de memoria” porque todo depende de la organización de la sociedad civil”

En esta misma línea de conversación, las/los integrantes del Directorio y miembrxs del Equipo expresaron la necesidad de vincular dentro de las discusiones en materia de derechos humanos a los sitios de memorias con la desaparición forzada “somos la evidencia física” de que el terrorismo de estado existió. Este cruce es importante porque su desvinculación ampara la impunidad del presente, al respecto, Luciano García sostuvo:

“Todo se cruza porque, finalmente, si vamos a temas como la reforma de Carabineros, por ejemplo, los perpetradores de este sitio, el 80% eran Carabineros. Entonces, hay una continuidad. Si uno ve en perspectiva la reforma a Carabineros con el pasado reciente que representan los sitios, está todo unido, no se puede separar. Y en estos momentos, en Chile está todo disociado, como que, mágicamente, aparecieron los torturadores el 11 de septiembre del ‘73 y, mágicamente, desaparecieron en los ‘90. Pero no fue así, ellos ya venían con una formación y sin políticas de memoria, eso da continuidad y genera las impunidades de ahora”.      

La crisis interna del INDH

El actual hostigamiento que vive Constanza Valdés por parte de políticos conservadores de la derecha chilena que exigen su remoción del cargo, se produce, específicamente, en un momento donde al interior del Consejo del INDH, se ha expresado la posibilidad de que ella asuma la Dirección del organismo, luego de la renuncia de Sergio Micco, quien seguirá como consejero hasta el 2025. Sobre sus proyecciones al interior del instituto, Constanza Valdés, expresó que, independiente de quien asuma la dirección, la crisis del INDH es tan profunda que se tiene que considerar un cambio estructural que no pasa, exclusivamente, por quien lo lidere.     

“Si nos preocupamos, solamente, de elegir dentro de las 6 o 7 personas que existen en el Consejo quien va a encabezar su dirección, pensando en que pudiera ser el mejor de los casos el progresismo, vamos a reemplazar una administración por otra progresista, pero eso no nos garantiza que el día de mañana se vayan a solucionar todos los problemas, porque en gran medida son problemas que son muy administrativos, son problemas comunicacionales y de líneas de trabajo, porque el director o la directora tienen amplias facultades para hacer lo que quieran en el Instituto y además con esa dedicación exclusiva, en cambio, el resto de los consejeros la mayoría hace clases, o, derechamente, está en causas particulares”, sostiene Valdés y continua:  

“Entonces, en ese contexto cambiar una persona por otra, sin tener claridad de lo que implica un programa de trabajo, no va a solucionar la crisis. Por ejemplo, en torno al seguimiento legislativo, o al seguimiento de lo que son las misiones de observación de las manifestaciones, si no se crea un protocolo, si no se vuelve a esas prácticas, si es que no se fortalecen programas o unidades, cómo lo hacemos con la jefatura, hacer un mapa de los conflictos que tenemos en la contingencia a lo largo de todo Chile (…) En verdad, vamos a estar cambiando una mejor vocería por otra, pero sin modificar los problemas de raíz”.  

Otro de los problemas que Valdés reconoce como trascendentales y que a su juicio se vienen desarrollando desde la creación del instituto, tiene relación con la inexistencia de una comunicación efectiva entre el Consejo y las/los trabajadores.  

“¿Qué produce eso? que el Consejo es un espacio inalcanzable, un espacio casi de nobleza que, de hecho, cuando una entra te dicen «Consejera», como muy en el Congreso también y no conversan sobre lo que está pasando. Entonces, a veces toman decisiones respecto a «vamos a implementar un programa, por ejemplo, en tal área» y no se invitan a las jefaturas regionales, no se invitan a los trabajadores. En ese contexto sin tener relaciones, justamente, con las personas que trabajan al interior, los Consejeros desconocen lo que está pasando y se forma la convicción con lo que podemos ver en el papel, pero el papel resiste mucho”. 

Actualmente, a cargo de la dirección del INDH, se encuentra en calidad de subrogante, la trabajadora social y actual consejera, Consuelo Contreras Largo; que seguirá ahí hasta que se defina, oficialmente, quién sucederá a Sergio Micco en el cargo. El renunciado ex director abandonó el organismo, luego que un grupo de consejeros, entre los que estaba Valdés solicitaraá su renuncia oficial. Hoy, a un tiempo de los hechos, la Consejera reflexiona que esta acción estuvo motivada, principalmente, por la necesidad de recuperar una mirada progresista y transversal de los derechos humanos al interior del INDH, algo que con la administración de Sergio Micco, se fue perdiendo.    

“Por eso, me parecía tan importante solicitar la renuncia del director, para recuperar una mirada progresista en relación con las líneas de trabajo que debiera tener el instituto y que debieran relacionarse, directamente, con los DD. HH. Justamente, con las situaciones de DD. HH que son muy excluidas y que tienen que ver con derechos sexuales y reproductivos, con grupos de especial protección y lo relacionado, precisamente, con políticas de memoria”.  

 

 

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