Sergio Alfredo Pérez Molina fue detenido por agentes de DINA el día 22 de septiembre de 1974 en su propio  domicilio, ubicado en el sector sur de la capital. Testigos de  este hecho fueron el médico Humberto Eduardo Sotomayor Solís y su esposa doña María Luz García Ferrada, que lo  acompañaban y que así lo declararon en la causa rol 90.759  del 8° Juzgado del Crimen.

Nació en 1943, su enseñanza secundaria la realizó en Copiapó y luego en Coronel, etapa en que se caracterizó por un fuerte carácter y liderazgo. A los 17 años ingresó a la Universidad de Concepción a la carrera de Historia. En el espacio universitario, se fue vinculando en la política. Concretamente fue cuando se traslado a Santiago e ingreso al Pedagógico para continuar con sus estudios de Historia, momento en que  comenzó a militar en el MIR, en donde formó parte de la Dirección Nacional y conoció a Lumi Videla, con quién tuvo un hijo Dago Pérez Videla.

Bajo el contexto del Gobierno de la Unidad Popular, Sergio se dedicó por completo al trabajo revolucionario y partió a Cuba para completar su formación como cuadro político-militar. En esta etapa mantiene el contacto con Lumi mediante cartas clandestinas, en las que Lumi le cuenta el día a día de las labores dentro del MIR y el crecimiento de Dago, su hijo.

A raíz del golpe militar de 1973 pasa la clandestinidad. Su aprehensión tiene lugar en un momento de intensa persecución a  militantes del MIR y se efectúa un día posterior a la de Lumi, su esposa y compañera. Fue llevado al cuartel Ollagüe, en donde fue sometido a constantes interrogatorios, tortura y aislamiento, para que entregara información sobre las dirigencias del MIR.

Según declaraciones de Rosalía Martínez, dentro de su paso por el Cuartel Ollagüe, describe haber visto a Sergio en un estado de salud preocupante y que había sido lanzado a una pieza, en donde por breve tiempo estuvo en contacto con Lumi. Continúo siendo torturado y sus gritos se escuchaban en toda la casa. Fue luego del paso de un par de días, donde señala según el mismo testimonio de Rosalía Martínez, que una tarde se escuchó “un médico, un médico” señalando que Sergio se estaba muriendo, que estaba extremadamente mal producto de las constantes torturas. Lumi Videla pidió permiso para ir a despedirse de él; la sacaron un breve  rato  y nuevamente fue ingresada a la pieza de los  detenidos, posteriormente “se escucharon rápidas carreras y una especie de camilla arrastrando a Sergio Pérez. Ese sería el último día que se vio y escuchó a Sergio Pérez«.

La última noticia pública que se tuvo en relación a Sergio Pérez Molina tuvo lugar en febrero de 1975, cuando cuatro militantes del MIR que se encontraban detenidos fueron obligados a dar una conferencia de prensa trasmitida por televisión y profusamente difundida por la prensa de la  época. En esta oportunidad entregaron una larga lista de militantes de ese  movimiento que se encontraban en distintas situaciones de represión, mencionando a Sergio Pérez  Molina como miembro de la Comisión Política del MIR y fallecido.

Situación judicial

Con fecha 3 de noviembre de 1974,  Luz Moya Díaz -madre de Lumi Videla-  presentó un recurso de amparo ante la Corte de Apelaciones de Santiago, informando  sobre la detención de su hija y de su yerno Sergio Pérez Molina, a quienes supone detenidos en forma conjunto. En esta presentación judicial no se obtuvieron mayores resultados puesto que  precisamente mientras se encontraba en tramitación, fue asesinada Lumi Videla, lo  que hacía innecesario continuar con una presentación en la que se pedía amparo.

En marzo de 1979 la totalidad de los Vicarios Episcopales del Cardenal Arzobispo de  Santiago, hicieron una presentación ante la Corte Suprema para que se investigara la situación de 679 detenidos y desaparecidos a la fecha, entre las cuales se incluía a  Sergio Pérez Molina. El caso del afectado y de otras 8 personas fue encargado al 3er.  Juzgado del Crimen, que recién inició la causa el 26 de julio de ese año.

En relación a Sergio Pérez Molina ninguna de estas diligencias tuvieron algún  resultado e incluso en el juicio no se logró obtener una nómina de los detenidos de  ese período por cuanto el Ministro del Interior, señor Sergio Fernández, remitió la  consulta a la Central Nacional de Informaciones (C.N.I.) la que finalmente informó  haber destruido sus archivos por «motivos de seguridad».La causa fue sobreseída con fecha 23 de  septiembre de 1982 por el Tribunal de  primera instancia por no encontrarse acreditado los delitos, resolución que se  confirmó por parte de la Corte de Apelaciones el 7 de abril de 1983.

Caso de los 119

Fotografía: Pérez Molina Sergio Alfredo. Archivo Museo de la Memoria.